As Catedrais do Caminho

por  CARLOS PÉREZ VAQUERO

Jaca


La ciudad y su diócesis


Conocida en todo el mundo por su festival folklórico y por las competiciones de patinaje artístico, Jaca es, actualmente, una dinámica localidad de 12.000 habitantes que atrae cada año a miles de turistas y esquiadores que acuden a la zona de Astún y Candanchú.

Situada a 820 m. sobre el nivel del mar, la ciudad ha desempeñado siempre un importante papel estratégico por su situación fronteriza en un cruce de caminos del valle de Canfranc, en plena ruta jacobea y junto al río Aragón.

Capital de los iaccetanos, uno de los pueblos iberos asentados en la península desde el neolítico, la historia de Jaca es, desde entonces, un fiel reflejo de la historia de todo el país : romanizada primero, después la ocuparon los godos y, más tarde, los musulmanes, hasta su reconquista en el siglo XI . A partir de aquel momento, los reyes de Aragón Ramiro I, Sancho Ramírez y Ramiro II le otorgaron numerosos privilegios y un fuero especial que concedía garantías y protección a todos los mercaderes que decidían asentarse en la ciudad, atraídos por el comercio y por el paso de peregrinos hacia Santiago. Jaca llegó a ser capital del joven reino aragonés y sede episcopal (1063), pero en el año 1096 las tropas cristianas liberaron Huesca y la frontera, y la capitalidad, se trasladaron más al sur; entonces, el obispo de Huesca, que había buscado refugio en Jaca cuando la ciudad fue ocupada por los musulmanes, regresó de nuevo a su capital dejando allí tan solo un vicario general . Esta situación se mantendría durante quinientos años hasta que el 18 de julio de 1571, el papa Pío V, por mediación de Felipe II, erigió de nuevo la sede episcopal de Jaca, nombrando obispo a Pedro del Frago.

Hoy en día, la diócesis jaquesa ocupa una superficie de algo más de 5.000 km ² distribuidos entre el noroeste de la provincia de Huesca y el norte de la de Zaragoza; siendo la única diócesis aragonesa que no depende de este arzobispado, sino del de Pamplona con el que mantiene una indudable vinculación jacobea.

Catedral de Jaca - Foto de Gaziro

La catedral de san Pedro


Tradicionalmente, la catedral de Jaca ha sido considerada como el primer templo románico que se edificó en nuestro país . Según esta teoría, la catedral fue consagrada en el año 1063, durante el reinado de Ramiro I, con ocasión de un Concilio celebrado en la capital jacetana.

Hoy en día, sin embargo, parece que está en alza una nueva visión del origen de esta catedral . De acuerdo con esta opinión, en el reinado de Sancho I Ramírez (1063-1094) comenzó a construirse la catedral de acuerdo con el estilo románico imperante en la época y que ya se manifestaba en otros lugares de la Península como Frómista, en la provincia de Palencia, o la propia catedral de Santiago. El templo se levantó a partir de la cabecera, con planta basilical de tres naves, cerradas en tres ábsides y con crucero cubriendo un transepto que no sobresalía de la planta . La obra se alargó hasta el siglo XII, momento en el que la catedral comenzó una etapa de notable deterioro agravado por que la sede episcopal no estaba en Jaca sino en Huesca y por los incendios que la afectaron seriamente durante los siglos XIV y XV.

A partir del XVI, cuando Jaca recupera su catedralidad de mano de Felipe II, el templo comienza a resurgir apoyado por la nueva burguesía de la ciudad que levanta la torre y la sacristía, abre nuevas capillas y cubre la bóveda, todo ello siguiendo los nuevos gustos de la época, a medio camino entre el último gótico y el renacimiento. Por este motivo, la catedral nos ofrece en la actualidad una gran variedad de estilos que van desde el más simbólico de los románicos (el crismón de la portada occidental) hasta el barroco de la capilla de santa Orosia, patrona de la diócesis.

En lo que sí coinciden todos los historiadores es en la importancia que ha tenido esta catedral en el desarrollo del románico español. Buena muestra de su trascendencia son algunos elementos, característicos de Jaca y que, sin embargo, forman parte de la identidad románica. Esto ocurre con el denominado “taqueado jaqués”, un adorno formado mediante la sucesión de pequeños cubos o tacos dispuestos en línea ; con los capiteles, donde los maestros canteros cincelaron, por primera vez en el románico, figuras humanas y de animales entremezcladas con las habituales hojas y detalles florales ; con el cimborrio, muy original en su momento, al pasar de ser cuadrado a octogonal por medio de pechinas; o con otros tantos detalles, como el modo de situar los ábsides o de rematar el alero de los tejados. Por todo ello, la catedral de san Pedro ocupa un lugar destacado en la historia del románico español.

Catedral de Jaca - Foto de Gaziro

El templo


Los peregrinos que siguen el camino aragonés tienen la ocasión de comprobar la evolución del arte románico desde la primera hasta la última catedral de la ruta jacobea. En comparación con el Pórtico de la Gloria compostelano, la catedral de Jaca nos recuerda a los primeros tiempos del arte cristiano con imágenes muy sobrias dotadas de un gran simbolismo .

En el atrio occidental del templo, la llamada “ Magna Porta ”, el peregrino se encuentra un crismón ( símbolo compuesto por las dos primeras letras del vocablo griego “Christós”, el ungido) entre las letras alfa y omega que representan el principio y el fin de la creación; todo ello, enmarcado en el tímpano de la puerta entre dos leones, imagen inequívoca de Jesucristo en su lucha contra el mal (representado por un oso y un basilisco ) mientras protege al hombre del que sale una serpiente ( símbolo del sufrimiento).

En la otra fachada, edificada posteriormente para crear un nuevo acceso al templo por el sur, destacan los capiteles labrados por el Maestro de Jaca ; en especial, los dedicados al sacrificio de Isaac, al profeta Balaam iluminado por un ángel o al rey David rodeado de músicos, entre otros cincelados con hombres, pájaros y motivos vegetales que, se cree, proceden del claustro románico o del primitivo ábside central, derribado en 1790. De los otros dos ábsides, el más destacado es el meridional, por ser el que mejor conserva su esplendor románico.

Dentro de la catedral, en la nave de la epístola destacan la capilla de santa Ana, el retablo de la Anunciación (del siglo XVI) y el Cristo de la Salud; y, a continuación de la puerta meridional de acceso al templo, un lienzo con el retablo de la Virgen de los Dolores y las capillas de san Sebastián, gótica florida, y de san Miguel, plateresca.

En la cabecera de la basílica se conservan los restos de santa Orosia, patrona de la catedral y de la diócesis, junto a las reliquias de otros santos : san Indalecio, san Félix y san Voto ; todos ellos, conservados en urnas bajo la mesa del altar mayor. En cuanto a la decoración de los ábsides, el presbiterio fue obra de fray Manuel Bayeu, cuñado de Goya, que lo decoró a finales del XVIII con frescos alusivos a la vida de san Pedro. En los otros dos ábsides, destacan la rejería románica y las imágenes de san Jerónimo y de la Virgen del Pilar .

Por último, en la nave del evangelio, el peregrino puede encontrar las capillas dedicadas al santo Cristo, a san Agustín y a la Trinidad, con un hermosísimo altar labrado en piedra, de estilo plateresco, inspirado claramente en el Moisés de Miguel Ángel.

Antes de abandonar el templo, conviene pasear por el claustro de la catedral, románico pero muy reformado en el XVII, donde podremos visitar el Museo Diocesano, creado en 1963 y que, actualmente y tras una serie de diversas remodelaciones, alberga una de las mejores colecciones de pintura mural de la Edad Media rescatada de las parroquias de la diócesis, como el fresco sobre la historia de la cristiandad, desde el Paraíso hasta la resurrección, de Bagües; la epifanía de Navasa o el ábside de la ermita de san Juan Bautista de Ruesta.


Datos útiles


Obispado de Jaca . C/ del Obispo, 5. 22700 Jaca (Huesca).
Tel. 974 36 10 17. objaca@planalfa.es
Ayuntamiento de Jaca . C/ Mayor, 24. 22700 Jaca (Huesca).
Tel. 974 35 57 58. consultas@aytojaca.es


Webgrafía:


www.altoaragon.com/jaca/catedral/
www. jaca.com
www.aytojaca.es
www.romanicoaragones.com
www.arteguias.com/romanico_ jaca.htm


Epílogo:


No me gustaría terminar este capítulo sin mencionar otra catedral, muy cercana a Jaca, que constituye una auténtica curiosidad histórica .

Huesca es la provincia española que tiene más catedrales, cinco, tal y como se indica en el listado de edificios eclesiásticos incluido en el Plan Nacional de Catedrales . Son los templos, ya mencionados, de Jaca y Huesca capital, y la catedral de santa María de Barbastro, la concatedral de santa María del Romeral de Monzón y la antigua catedral de Roda de Isábena, pertenecientes las tres a la diócesis de Barbastro-Monzón.

Esta última catedral, Roda, es un municipio ya cercano a Cataluña que tiene apenas cincuenta habitantes y que, sin embargo, conserva una espléndida catedral . El origen de este templo se remonta a la época de la reconquista, cuando el condado de Ribagorza, germen de la futura Corona de Aragón, tuvo su propia sede episcopal en Roda de Isábena desde mediados del siglo X. Consagrada en el año 957, la catedral de san Vicente y san Valero, fue destruida por los árabes en 1006 y reconstruida durante el siglo XI en estilo románico lombardo, con tres naves, tres ábsides y presbiterio elevado sobre una cripta .

Como en el caso de Jaca, la reconquista también llevó más al sur la frontera del Islam y, con ella, la catedralidad de Roda que se trasladó definitivamente a Lérida al ser liberada la ciudad catalana; a pesar de ello, con el paso de los años y, aunque “ oficialmente ” ya no mantiene la sede episcopal, Roda de Isábena ha conservado su catedral, con el sepulcro de san Ramón, sus pinturas murales y el claustro románico, del siglo XII, que comunica el templo con la sala capitular y el refectorio, entre otras dependencias. Toda una joya, injustamente desconocida.

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